Él la llevaba en brazos. Ella se dejaba llevar... y besar.
Llegaron al dormitorio, y Él la posó sobre la cama. Para quitarse los zapatos, se dió la vuelta, de forma que vio la cajonera que había pegando a la pared, justo debajo de aquel espejo colgado. Se percató de que había una foto boca abajo. Sin si quiera proponérselo, se puso a sonreír. Sabía que allí había una foto del marido de Ella.
Cuando ya estaban en la cama, empezaron a besarse como si les fuera la vida en ello. Ella se levantó de repente, y le pidió a Él que esperase un poco, que tenía una sorpresa.
Al poco tiempo, vino con un recipiente de nata, unas pocas fresas y, en una cubitera, una botella de champán. Lo tenía todo planeado.
Empezaron a jugar, a divertirse y a rociar su cuerpos con un poquito del champán. Ninguno de los dos había hecho nunca algo así. Se lo estaban pasando en grande.
Al cabo de su debido tiempo, cansados ya de tanta fresa, nata y champán, empezó la verdadera acción. El juego resultó un mero calentamiento.
Él era de esos a los que les gusta dejarse hacer... hasta ese día. Sabía perfectamente que Ella quería ser, aunque sólo fuera por una vez, la que se dejaba hacer, y quería compracerla y tomar las riendas.
Ella estaba disfrutando como nunca. Le gustaba hacerlo con un desconocido. Además, sabía que su marido no iba a aparecer, así que no tenía prisa...
La noche fue pasando, pero el éxtasis no disminuyó. Los dos querían más...
A Ella ya le resultaba imposible aguantarse los gemidos. Estaba explotando...
Él, por su parte, siguió con la misma potencia, la cual estaba volviendo loca a su amante.
Ya era imposible seguir así. El éxtasis llegó a su dulce final. Fue tan espectacular como al descorchar una botella de champán.
Los dos acabaron rendidos, y se pusieron a dormir. Al amanecer ya no eran Él y Ella, eran María y Bruno, dos personas normales.
- Hola, cariño. ¿Te ha gustado el experimento?- Preguntó Bruno
- Ha sido la mejor idea de mi vida.
Ya se quitaron las caretas y dejaron de actuar, volvieron a la realidad. Una realidad de un matrimonio normal y corriente que decidieron adoptar los roles apropiados una noche apropiada... y con las personas apropiadas.

FIN